DE DRAG QUEENS FAMOSAS Y CHISTES SIN SENTIDO
- Frontera Blog
- 12 jun 2020
- 5 Min. de lectura
Sara Uribe Cortés
Una reseña sobre la estupidez de dos mujeres biológicas: una leyenda flaca y una prostituta rusa de alta clase, sobre la serie web UNHhhh.


Título: UNHhhh
Editores: Christopher Smith, Ron Hill, Griffin Prall, Jeff Maccubbin, Brad Coffman.
Año de publicación: 2016.
Número de episodios: 121
Producción: World of Wonder.
Mi relación con la cultura pop estadounidense es complicada. Su tendencia a chistes malos sobre mierda, gases, encuentros de una noche y que las mujeres estamos locas no me place mucho que se diga, y son tantas las referencias que comprimen en una solo chiste sobre telenovelas, programas, películas y personajes famosos en ese país que en la mayoría de los casos me pierdo y opto por reirme para disimular. Sin embargo, me encanta su representación más extravagante, la cultura drag. Los dichos, ademanes, y personajes presentados en RuPaul's Drag Race, la primera competencia televisada de drag queens en el mundo, son los que mejor conozco y por ende más disfruto. Entre diez a catorce exuberantes drag queens se enfrentan cada semana en distintos retos de diseño, modelaje, actuación y comedia para conseguir el título de America's next drag superstar, y siendo un reality show, el drama está a la orden del día. Además, en todos los episodios hay tres y tres queens que representan lo mejor y lo peor de la semana, ganando una de las mejores algún premio que se espera reciban en realidad, aunque no siempre les llega: tarjetas de regalo en spas gais, un viaje para dos personas a quién sabe qué crucero homosexual, o un conjunto de joyas que cuando sí se las dan utilizan hasta el cansancio. Mientras, las dos con peor rendimiento se enfrentan en un lipsync for your life, salvándose solo una, o cuando la presentación es muy mala, ninguna, o incluso si Ru está muy generosa y pretende sorprender a la audiencia, ambas, de la eliminación. El show ha sido un éxito completo, nutriendo con frases pegajosas y memes la cultura LGBTIQ+ online mucho más allá de Estados Unidos, y ayudando a catapultar la carrera de muchas de las participantes. Dos de estas drags potenciadas por Drag Race son Trixie Mattel (Brian Michael Firkus) y Katya Zamolodchikova (Brian Joseph McCook), participantes de la séptima temporada y anfitrionas de la serie online UNHhhh.
UNHhhh es una producción de WOWpresents, el servicio de streaming para todo lo relacionado con drag, y está disponible censurado en Youtube y sin censura alguna en WOWpresents +. Cuenta con cinco temporadas y 121 episodios de entre ocho a doce minutos, y se la clasifica en los géneros de comedia y programa LGBT (se les pasó la I y la Q, pero bueno). Ahora, si me preguntaran de qué trata, les diría que sobre absolutamente nada serio y todo lo absolutamente ridículo. Aunque cada episodio tiene su temática propia, por ejemplo Hair o Reunions, Trixie y Katya divagan tanto y terminan tan alejadas de la temática central que nunca se sabe lo que se verá en realidad. Por ello no encontraron mejor eslogan que because it is our show, and not yours (porque es nuestro show, y no tuyo). Se apropian por completo del tiempo disponible, el espacio, su vestuario, y hacen lo que se les de la gana sin pausas más que para morirse de la risa. Es un programa ridículo, sin guión alguno y de chistes fáciles, absurdos o tan malos que le sonsacan a una una que otra sonrisa. El trabajo de edición es lo suficientemente estrafalario, ágil y da justo en el clavo con las referencias. Además, el grado de elaboración de ciertos chistes logra mantener el ritmo y elevar la hilaridad de ambas queens. Un pedazo de caca en un vestidor preguntándose si encontrará a un hombre emocionalmente disponible con ese vestido, Trixie en un campo lleno de flores con una casa embrujada quemándose al fondo y ella electrocutándose para evitar los fantasmas, la cara de Katya en el cuerpo de un niño de primaria, con un 666 en su calva y en la clase de una mujer colonial que lo acaba de confundir por una chica. Abanicos en el espacio y las explicaciones disparatadas para censurar el air jerking y las groserías (las palabras prohibidas por Youtube en un vano intento de mantenerse Family friendly) propician y potencian la comicidad natural de ambas reinas. Cabe aclarar que el estilo cómico de Trixie y Katya, al igual que su estética, es muy diferente; siendo la primera una barbie maximizada y de aspecto casi psicótico con un humor un tanto más elaborado y totalmente oscuro, mientras la segunda con su maquillaje menos cargado pero conjuntos descabellados y divertidos guarda un humor que se basa en decir cosas ilógicas e insensatas que por alguna razón resultan divertidísimas si salen de su boca. La química entre Brian y Brian es perfecta, permite que se rían tanto de sus propias estupideces o chistes desagradables que una termina uniéndoseles.

El tipo de comedia de UNHhhh no es refinado, ni sofisticado, y en ocasiones se antoja repetitivo, un lugar común, una salida cómica fácil. La audiencia no debe esperar un stand up comedy brillante y sensible por parte de dos hombres en pelucas con una tendencia al autosabotaje al mismo tiempo que a la autoindulgencia. No es una lección de historia queer, y quizá no sean las personas más indicadas para dar consejos románticos o discutir el cambio climático. Cuando han cruzado la raya debido a su ignorancia sobre el reloj biológico de las personas gestantes, cuando han traído a colación síndromes como el de asperger, oportunamente se ha indicado por medio de algún truco de edición o al ellas mismas retractarse que lo dicho no es adecuado, ni pertinente. Siendo la mayor parte de los episodios lo opuesto de serio, no han faltado momento de franqueza que me han sorprendido gratamente, igual que ayudado con mi baja autoestima o preocupaciones diarias. Se toman las que se consideran mejores decisiones para el momento, esto lo aprendí de este par de comedy queens irreverentes y carismáticas. Ver su maquillaje, vestuario, y amistad evolucionar, tener nuevos y más espacios conjunta e individualmente para darse a conocer (como el hermoso documental Moving Parts de Trixie, donde exhibe el tras bambalinas de uno de sus toures, su recorrido después de All Stars 3, el sobresalto que sufre su amistad con Katya por la drogadicción de esta; en resumen todo lo que implica el drag más allás del escenario), es muy gratificante y agradable para mí. Obvio que WOWpresents debe diversificar su elenco de queens con un espacio en su plataforma, y hace mucha falta que este dúo logre con su magnetismo, con su comedio cierto grado de concientización sobre realidades sociales urgentes, esta demasiado blanca representante de la cultura pop gay estadounidense no se da para análisis muy profundos, pero en definitiva sí para risas descomplicadas.

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